Quedar como un cutre
Ocho consejos sencillos para empezar a ser odioso
Quedar como un cutre es más fácil de lo que parece pero, como todas las cosas en esta vida, hay que hacerlo bien. No vale con que tus amigos piensen, jo, que ratilla es, pero en el fondo es majo. No. Después de estas sencillas normas acabaran por llamarte a la cara y, si son listos, dejarán de hablarte de por vida. You got it.
Sabios a la par que breves (mentira, siempre mentira) consejos;
1. Eres el típico que nunca llama, lo sabemos, pero hay algo que tú debes saber. Movistar (o inserte aquí su operador de telefonía móvil favorito) hace ofertas en las que regala minutos gratis cada poco. Aprovecha esas ofertas sin dudar para dar la caca a tus amigos, si tienes 100 minutos gratis ¡úsalos! Aunque tú creas que este consejo no vale porque; “te llamo aunque no tengo nada que decir, solo para hablar” queda muy bien y nada cutre, nada más lejos de la realidad. Lo que esos amigos santos que tienen que ayudarte a gastar esa promoción escuchan es; “soy tan cutre que te llamo porque es gratis, que si tengo que gastarme los dos euros que cuesta esta llamada estás jodido”. Objetivo conseguido.
2. Deja de fumar sin dejarlo. Nos explicamos; deja de comprar tabaco, pero sigue fumando lo de siempre. ¿Cómo? fácilmente; pide. Tienes la excusa perfecta; es que si compro, fumo. Pronto todo el mundo se dará cuenta de que si no compras; ¡también fumas! Acabarán hasta el gorro en dos días, aunque debes tener en cuenta que, al precio que va el tabaco, este consejo puede resultar peligroso.
3. Salir de marcha puede resultar otro escenario atrayente para lograr tus objetivos;
a ti te gusta beber pero la bebida es cara y tu quieres ser un cutre. Fenomenal. La petaca puede volver a ponerse de moda, hace poco Cutty Shark regalaba con su botella de litro. El Cutty Shark es caro, me dirás, no lo pago ni por la petaca de regalo. Cierto, mejor vete a los chinos a por una botella dosificadora de plástico y compra vodka del lidel. Si pone vozka en la etiqueta, mejor.
¿No tienes ganas ni de pagar el vodka del lidel de dos euros? Pasemos a la parte, aprovéchate de tus amigos, que para eso están. Si sois un grupo numeroso y vais a rondas lo tienes fácil, escaquéate para pagar siempre la última ronda pero, a la hora de hacerlo, misteriosamente, ya no te apetece beber. “Buf, tío, que llevamos toda la noche dándole al bebercio… ya vale ¿no? Yo no puedo más…” es una frase mítica que puede ayudar.
Si no vais a rondas o no sois suficientes como para que el truco anterior cuele, hay otra posibilidad para emborracharte sin pagar. Tú no bebes. Como tampoco fumas, recuérdalo. No pidas nada, que al camarero de la barra no le suene tu cara ni por casualidad, no te acerques a él. Eso sí, cada vez que alguno de tus amigos aparezca con una copa en la mano pídele un trago.
4. No te compres ropa. Tú no tienes tiempo para perderlo paseando por zara. Cuando tengas una ocasión (o simplemente el sábado por la noche quieres salir medio mona) pídesela a tus amigas. El recurso “no tengo nada que ponerme” siempre funciona y acudirán prestas en tu ayuda. Cuando ya la tengas tarda lo más que puedas en devolvérsela, si se olvidan de que “esa camiseta tan mona que ni les había dado tiempo a estrenar” la tienes tú, mejor. Ya verás lo que piensan la próxima vez que te la vean puesta; ¡jodida cutre!
5. No contrates internet en tu hogar. ¿Para qué vas a pagar por un derecho universal? Siempre hay algún vecino despistado que no pone contraseña a su línea. Aprovecha esta circunstancia no solo para consultar tu correo ocasionalmente, no. Ponle el emule a tope, por tontaco.
6. Nunca compres un regalo. Nunca. En este punto tienes varias opciones:
a)Proponer a tus amigos un regalo conjunto al homenajeado pero no tener tiempo para ocuparte de comprarlo tú y por supuesto no pagar nunca la deuda.
b)Reutilizar el regalo que te hizo tu amigo invisible la pasada Navidad. Este es un plan perfecto si homenajeado y amigo invisible no se conocen ni van a coincidir nunca. En el caso de que sean amigos entre ellos es un canteo, pasa al punto siguiente o revisa el anterior.
c)Haz bricolaje. Nada dice tanto “te quiero” como un marco de fotos hecho por ti mismo con macarrones pintados de colores. ¿Qué las manualidades no son lo tuyo? Mejor. Cuanto más horrible sea el resultado más cutre serás. Recuerda nuestro objetivo.
7. Acumula cupones de descuento. Nunca pagues nada por lo que no tengas un ticket de, al menos, el 20%. Cuando tengas muchos junta todos los tickets y exige en la tienda que te den el producto de forma gratuita. Aunque la dependienta te explique una y mil veces que los descuentos no son acumulables tu insiste. Da la caca hasta que pierda la paciencia y no quiera volver a verte por su tienda.
También debes acumular los puntos de las promociones en plan, junta quince tapas de yogur danone y gana una sudadera. Por supuesto tú jamás compras yogures danone, la marca blanca Hacendado cuesta la mitad. Pideselos a tus vecinos.
8. Compra solo cosas a las que puedas dar más de un uso. Ejemplo práctico; ¿para que vas a comprar papel de cocina, servilletas o kleenex si ya compras papel higiénico? La utilidad es prácticamente la misma y no hay nada más cutre que darle a alguien un trozo de papel del váter reciclado en oferta cuarenta por uno que rasca hasta las entrañas cuando lo que quiere es una servilleta suave y blanca. Serás el anfitrión más rata bajo las estrellas.
Siguiendo con esta máxima, ten en cuenta esto; toda tu ropa tiene dos lados. Hazlo todo reversible.
Ya lo tienes. Después de estos prácticos consejos si alguien no te mira mal es que es de hielo. Ser cutre es un arte, pero también una forma de vida como cualquier otra (más económica que cualquier otra) y muy útil en tiempos de crisis. Ahora ¡cuidado! muchos serán los imitadores de este estílo (ten en cuenta que las consecuencias de tener dos cutres frente a frente son impredecibles) pero, recuerda, un cutre no desiste, insiste.
Por L&I
Hijoputeando, simple as life
